El impacto de la «nueva pornografía» en la sexualidad

 
El término pornografía hace referencia a todo aquel material que representa actos sexuales o eróticos con el fin de provocar la excitación sexual a la persona que lo ve.

Es uno de los negocios más lucrativos en todo el mundo y está conectado con otros como el de la publicidad, las drogas, las páginas y aplicaciones de contactos y la prostitución.

A lo largo de la historia, el ser humano ha representado la sexualidad a través de dibujos, esculturas, pinturas y relatos, y ha difundido imágenes de contenido sexual explícito a través de la fotografía, el cine, los vídeos domésticos… La llegada de la tecnología digital y el acceso a Internet (móviles, ordenadores, tabletas, videojuegos…) han propiciado la oferta de gran cantidad de contenidos pornográficos que ha ido aparejada con un cambio en los tipos de contenidos. Tanto es así, que se utiliza el término «nueva pornografía» para referirse a la mayor parte de la oferta pornográfica accesible, de forma gratuita, por Internet.
 
La nueva pornografía se caracteriza por:

  • Su fácil acceso, que suele ser de manera anónima.
  • La falta de límites en los tipos de contenidos y en las prácticas sexuales, que suelen ser violentas.
  • La ausencia de manifestaciones de afecto y de comunicación.
  • Su contenido machista.
  • Su discriminación de las mujeres y de determinadas razas, identidades y orientaciones sexuales.

Internet se ha convertido en la fuente de información más grande sobre sexualidad de niños, niñas y adolescentes, que suelen acceder al material pornográfico sin la madurez suficiente ni la educación sexual necesaria para tener una mirada crítica sobre lo que se les muestra.
 

La pornografía puede impactar negativamente en el imaginario erótico de niños, niñas y adolescentes y en su desarrollo sexual y emocional

 
La nueva pornografía no solo afecta a quien la consume, sino a toda la sociedad, porque promueve la cultura de la vejación a la mujer, deshumaniza el sexo, daña las relaciones personales, no da ninguna importancia al consentimiento, fomenta la erotización y la hipersexualización de las niñas, adolescentes y jóvenes.

En la nueva pornografía también se pueden encontrar diversos niveles de interactividad, desde la más mínima hasta la relación cara a cara a partir del contacto a distancia. Es un nuevo contexto de acceso a la prostitución, pasando por modalidades de diversa implicación.
 

Influencias de la nueva pornografía

Intensificación de los estereotipos de género En la pornografía el placer de la mujer está al servicio del placer masculino, lo más frecuente es que se enseñen mujeres condescendientes y sumisas (sujetos pasivos) y hombres dominantes (sujetos activos).
Reducción de la empatía hacia las mujeres Los cuerpos femeninos se consideran un objeto con los que se puede hacer cualquier cosa, por mucho que lloren, sufran o digan que no.
Normalización de la violencia sexual En la pornografía se muestran prácticas agresivas y vejatorias como supuestamente «excitantes y deseadas», cuando en realidad son dolorosas, humillantes y pueden estar relacionadas con la aparición de nuevas violencias sexuales como las «manadas» y los violadores en serie.
Concepto de persona, de ser humano Se muestran relaciones con ausencia de comunicación y afecto, esto puede dificultar el aprendizaje de la seducción y afectar el tipo de relaciones que se establezcan en la realidad (menos estables o basadas en encuentros eróticos que no van más allá de la satisfacción física momentánea).
Imaginario erótico Se presentan prácticas sexuales bruscas y violentas, de sumisión, de abuso de poder y discriminatorias hacia las mujeres, como prácticas habituales y deseables. En el caso de los chicos y de las chicas, pueden llegar a creer que lo que ven en la pornografía es lo que ha de pasar en sus relaciones sexuales y que el consentimiento, los deseos y las preferencias de las chicas no tienen por qué tenerse en cuenta.
Estereotipos de belleza y de atracción sexual Se muestran cuerpos estereotipados (musculosos, delgados…), lo cual puede ocasionar problemas con la aceptación de la propia imagen corporal y con la autoestima, que pueden derivar en trastornos de la conducta alimentaria o en dificultades para establecer relaciones eróticas.
Edad de inicio en las experiencias sexuales La curiosidad y las ganas de experimentar propias de la adolescencia, unidas a la exposición frecuente de contenido pornográfico, pueden ocasionar la búsqueda de experiencias sexuales de forma precoz.
Insatisfacción sexual La pornografía genera expectativas que no se corresponden con la realidad.
Disfuncions sexuals en els encontres sexuals reals L’excitació sexual pràcticament només s’aconsegueix visionant pornografia.
Aumento de las prácticas de riesgo frente a los embarazos y las infecciones de transmisión sexual No se suele utilizar el preservativo ni barreras protectoras, lo que puede hacer pensar que en las prácticas sexuales el riesgo de embarazo o de infecciones de transmisión sexual es mínimo o no existe.
Alteración del estado emocional Si el consumo es excesivo, puede alterar el estado emocional, lo cual influye negativamente en el ámbito familiar, escolar, laboral y social en general. Si se consume pornografía antes de ir a dormir, se pueden tener dificultades para conciliar el sueño a causa de un incremento de la actividad fisiológica, lo que puede ocasionar cansancio, irritabilidad y dificultades en los estudios, en la actividad laboral y en las relaciones familiares y sociales.
Adicción Se crea una necesidad compulsiva de acceder a los contenidos pornográficos, que tienen que ser cada vez más violentos para obtener la misma estimulación. La persona adicta se vuelve emocionalmente dependiente de estos contenidos hasta el punto de influir en su vida, sus relaciones familiares, sociales, laborales, estudios y su capacidad de hacer frente a los problemas rutinarios.

 

En ocasiones se comparten, en los medios de masa como internet, imágenes privadas de contenido sexual, sin el consentimiento de la persona que aparece en ellas «pornovenganza», o se utiliza la inteligencia artificial para generar contenido sexual sin el consentimiento de quien aparece en él y compartir las imágenes generadas, que de cada vez es más difíciles diferenciar si son reales o una creación. Tanto la difusión como la creación de estas imágenes son delito, y si aparecen personas menores de edad, puede causar cargos adicionales por pornografía infantil y pedofilia. Las sanciones también son para toda la cadena de personas que reenvíen el contenido íntimo sexual.
 

Puedes solicitar la retirada inmediata de publicaciones en internet de contenido sexual o violento que se hayan subido sin tu consentimiento en el «Canal prioritario» de la Agencia de Protección de Datos

 
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