"...Mi colorín
A la memoria de Joan Gelabert Vallori
En 1938 nuestra familia solamente deseaba vivir con dignidad y respeto, no ambicionábamos otra cosa; dignidad y respeto era todo lo que pedíamos.
En una de las muchas veces que mi padre salió de la prisión, yo tenía un colorín enjaulado que era un gran cantador y yo le tenía mucho aprecio. Mi padre me dijo:
― Libertario, ¿por qué no lo sueltas? No sabes la alegría que tendrá cuando se sienta libre, yo sí que lo sé..."