"...Muchas veces, en las reuniones de primos y primas que veníamos realizando para hablar
y recuperar la memoria de nuestro abuelo Francisco, nos preguntábamos como
podríamos expresar aquellos primeros años en los cuales empezamos a detectar en
nuestras familias una conducta diferente en todo lo relacionado con la guerra y nuestro
abuelo Francisco.
La palabra que mejor la describe es SILENCIO.
Este silencio, que se transformo en colegios religiosos, cánticos de Cara al Sol a primera
hora de la mañana, disciplina y buenas notas en la asignatura de Formación del Espíritu
Nacional..."