Se cogió el barco a las 11 de la mañana en el puerto de Eivissa y, al llegar a Es Pujols, después de colocar las sombrillas, los usuarios se dieron el último baño del verano.

Comieron los bocadillos y jugaron a juegos de mesa.Para bajar la comida dieron un paseo por el paseo marítimo, a las 15.30 fueron a tomar un helado con un café en un restaurante con vistas al mar, para volver en barco a las 18.00 horas.