Salida de ocio a las cuevas de Can Marsa.

Antes merendamos en la terraza y tomamos un café.

La visita tiene un acceso con escaleras que para algún usuario le supone un problema por lo que no son muchos los que bajan en esta ocasión.

Los responsables nos invitan a las entradas dada su empatía con el colectivo.

Se disfrutan de las vistas y los que bajan finalmente a las cuevas comparten con el resto de compañeros la experiencia y les cuentan las anécdotas que han escuchado sobre la cueva y los contrabandistas que la habitaban.